Empate con el Liverpool, lección a la UEFA

Empate sufrido contra el Liverpool y lección de deportividad a la UEFA, ese es el resultado de los dos partidos que jugó anoche el Atleti.

Se preveía un partido cordial contra el Liverpool y así fue. El Atleti sacó un once digno de dieciseisavos de Copa del Rey con el Kun en el banquillo y con inédita pareja de centrales sin ninguno de los fichados este año (Heitinga y Ufjalusi).

Volvió a entrar en la partida el favorito de Aguirre Luis García y volvió a ser el blanco de la desesperada parroquia rojiblanca, el año pasado yo defendía este jugador y veía que no tenía suerte y merecía una oportunidad. En esta temporada prefiero que se quede en el banquillo y salga cuando el partido vaya encarrilado para darle confianza. Prefiero que salga en su puesto Miguel de las Cuevas, hoy por hoy en mejor forma que el catalán.

Salió de inicio debutando Camacho, hasta ayer olvidado por Aguirre. Buen currículum el de este chaval, debut en Liga contra el Barça y en Champions contra el Liverpool. Quizás defraudó en el partido de ayer pero enfrente tenía nada menos que a Xavi Alonso y a Mascherano, casi nada, ante esta papeleta cumplió y yo le doy un aprobado alto.

Arriba Sinama suplió al Kun y no estuvo a la altura de otros partidos del francés. Tampoco estuvo afortunado su acompañante Forlán, que anda aún un poco perdido estrellándose contra los defensas en la media luna del área contraria.

En la defensa no estuvieron ni Heitinga ni Ufjalusi, ¡ni Pernía!, pero ahí estaba Seitaridis para recibir las habituales pitadas, y Perea, que el pobre cada día juega en un puesto y en todos le gusta complicarse la vida cuando dispone del balón en los pies. Domínguez algo nervioso o inseguro, pero aceptable. Por la banda, López no estuvo mal.

Dos deficiencias en el juego del Atleti se acentuaron ayer: primero que sin el Kun en el campo todos juegan peor y más perdidos, y segundo que el único jugador que juega por las bandas es Simao, así que conteniendo a Simao el Atleti se queda sin bandas, la otra ni existe.

Ante el marcador en contra Aguirre se vio obligado a sacar a Agüero y el partido cambió, no sólo por las jugadas que él hace, sino porque parece que los demás juegan mejor. El Kun se lleva a dos jugadores con él y abre más espacios para el resto y así llegaron las oportunidades: en jugadas suyas o de otros propiciadas por los huecos que logra abrir.

Así tras varios intentos (gol anulado injustamente incluido, y un tiro al palo), llegó el gol de Simao y la algarabía a la grada, un empate con sabor a victoria, un punto con sabor a clasificación. Estas cosas son las que a uno le hace seguir siendo del Atleti, las celebraciones, el subidón de adrenalina, la euforia de los siguientes partidos y la sensación de que aún podemos ganar el partido. La victoria del PSV contra los franceses nos obliga a ganar aún un partido, quizás el del PSV, pero lo cierto es que seguimos líderes en un grupo con tres campeones de Europa, ¿quién iba a apostar por ello hace 2 meses?.

Respecto al ambiente del partido: fenomenal, como no podía ser de otra forma, el Liverpool tampoco venía obligado a nada y el empate nos da muchas opciones a los dos equipos. La organización y seguridad del partido muy buena, me gusta eso de que los rivales estén en la grada de arriba y en la de debajo, así no hay posibilidad de que arrojen objetos a los del Atleti que estén debajo. El comportamiento de los ingleses sobresaliente para disgusto de los secuaces de Platini (los del Bolton sí que eran unos energúmenos).

Si la UEFA nos vigilaba ayer de cerca para aprovechar cualquier pequeño incidente y justificar la sanción al Calderón, a lo mejor se han encontrado con lo contrario y ven que lo que el Atleti se merece es el levantamiento de ese castigo e incluso un reconocimiento al buen comportamiento de los colchoneros.

Y ahora el Villarreal, otro rival complicado en Liga, veremos qué Atleti juega, me voy de vacaciones unos días y seguramente no pueda escribir la crónica de ese partido, ojala esté perdiendo la oportunidad de relatar algo positivo. Un saludo a todos los sufridos lectores que han aguantado leyendo esta crónica hasta este final.